¿Qué factor de protección solar necesito?
Muchas veces, independientemente de nuestra experiencia previa en lo que a nuestra exposición al sol se refiere, suele asaltarnos esta y otras dudas: ¿Qué factor de protección solar necesito? ¿Y los niños? ¿Podemos compartir el fotoprotector? ¿Es mucho un FPS 50+ si quiero ponerme moreno/a?
Por ello, en Farmacia Olof Palme, pensamos que lo deseable es que toda la población pueda tener un idea aproximada de cuál es su fototipo cutáneo y qué factor de protección solar necesita. De la misma manera, con la lectura de este artículo, podrás conocer tus posibilidades reales de broncearte, pues no todos reaccionamos de igual manera al recibir los rayos ultravioletas.
Seguro que todos conocemos a alguna persona (quizás nosotros mismos) que, al primer rayo de sol recibido, luce un bronceado digno de revista, pero quizás también conozcamos a quien por mucho exponerse no «coge color», quien se quema «en media hora», quien mantiene el bronceado tras mucho tiempo sin exponerse nuevamente al sol, o quien tarda mucho en broncearse. Las combinaciones son múltiples, pues las variables relacionadas con nuestra respuesta a la radiación solar también son múltiples.
Hace ya algunas décadas se tabularon estas variables (escala de Fitzpatrick), dando lugar a la aparición de los fototipos cutáneos, y en función de estos se estableció un factor de protección solar (FPS) recomendable para cada uno de ellos. Las variables que definen a cada fototipo son: color de piel, color de cabello, color de ojos, facilidad para sufrir quemaduras por exposición al sol, facilidad para broncearse tras la exposición al sol.
* Fototipo I: personas de piel muy pálida, generalmente pelirrojos y de ojos claros, con una piel que casi siempre se quema, apenas se broncea y suelen sufrir reacciones fotoalérgicas y quemarse al exponerse de forma prolongada a la luz solar directa. Se recomienda un FPS mínimo de 50.
* Fototipo II: personas de piel blanca, sensible y delicada, en general de cabellos rubios o claros. Suelen tener tonalidad claras de ojos. Se broncean ligeramente (apenas perceptible) y se queman y padecen reacciones fotoalérgicas con facilidad en caso de exposición prolongada al sol. Se recomienda un FPS mínimo de 50.
* Fototipo III: es el fototipo más común entre los europeos, correspondiendo a personas con cabellos y ojos castaños y pieles intermedias. Suelen sufrir un enrojececimiento inicial y posteriormente se broncean tras su exposición al sol. Es muy común en alemanes y daneses, y raro en italodescentes. Se recomienda un FPS entre 30 y 50.
* Fototipo IV: pertenece a las personas de cabellos morenos o negros, de pieles y ojos oscuros que se broncean con rapidez al exponerse al sol directo y que sufren quemaduras tras una larga exposición al sol sin protección. Es también muy común en Europa, sobre todo en italodescentes, y muy raro en Europa del Norte. Se recomienda un FPS mínimo de 30.
* Fototipo V: personas cuya piel es más morena que la del fototipo IV. Presentan cabellos y ojos oscuros. Raramente sufren quemaduras y suelen lucir un bronceado intenso. Se recomienda un FPS entre 15 y 30.
* Fototipo VI: personas de piel muy oscura o piel negra. Es propio de los africanos y Aborigenes australianos. No se queman y presentan el bronceado más intenso de todos. Se recomienda un FPS mínimo de 15.
Una vez conocemos cuál puede ser nuestro fototipo cutáneo, debemos reflexionar sobre cuáles son nuestros hábitos al exponernos al sol. Es muy importante determinar:
* En qué lugar: playa, alta mar, montaña, piscina, jardín, ciudad, … Es muy importante tener en cuenta que el césped, la nieve, el agua del mar y la arena de la playa reflejan radiaciones en mayor o menor medida, aumentando, por tanto, la radiación solar total recibida, pudiendo llegar a incrementar en un 25% la radiación que directamente recibimos del sol.
* Latitud: cuanto más próximos estemos al ecuador, con mayor perpendicularidad podrán incidir los rayos solares sobre nuestra piel.
* Horas de exposición: Tanto la cantidad como el momento del día (la radiación es más intensa entre las 12 y las 15 horas).
* Características: Estamos quietos o paseando, nos bañamos frecuentemente o no, usamos camiseta, vestido, bañador, sombrero, etc …
Todas estas características de nuestra exposición, junto a nuestro fototipo, determinarán el factor de protección que necesitamos.
Buscaremos igualmente las texturas y formatos que mejor se adaptan a nuestras necesidades. Como norma general, lo recomendable es un protector solar de gran tamaño, no graso (a la población masculina no le gusta) y de fácil aplicación para el cuerpo (en spray, por ejemplo), y uno específico facial adecuado a nuestro tipo de piel (seca, mixta, grasa, sensible). Ambos deben tener un factor de protección solar adecuado (en caso de dudas optar por el más elevado) y deben ser resistentes al agua y a la sudoración en la medida de lo posible. Para los niños deberemos escoger un fotoprotector infantil que se adapte a las características de la piel de ellos buscando siempre la facilidad de aplicación y la mayor protección posible.
A modo de conclusión, hay que ser realista y conocerse uno mismo. Recordar que con el paso del tiempo la piel funciona de manera diferente y es posible que tardemos más tiempo en broncearnos. Igualmente, hay personas que no conseguirán broncearse nunca y otras que siempre se queman. Debemos ser responsables para poder disfrutar de los días sol y no sufrirlos.
En Farmacia Olof Palme esperamos haberte ayudado a la hora de conocer tu fototipo.
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