El mejor ritual de belleza
Hoy, y más que nunca, las personas estamos muy pendientes de tener una imagen acorde a los cánones de belleza modernos y un aspecto lo más saludable posible.
En lo que respecta a los cuidados cosméticos, el mercado está inundado por multitud de productos encaminados a éstos a la vez que somos bombardeados por innumerables anuncios a través de todos los medios que existen a disposición de esta industria.
Sin embargo, y motivados por el ritmo frenético del día a día, nos centramos la mayoría de las veces en los productos que podríamos considerar “de tratamiento” (los que empleamos para tratar la piel: hidratantes, nutritivos y antienvejecimiento), obviando, o restando importancia, el empleo de otra serie de productos muy necesarios para llevar a cabo unos correctos cuidados cosméticos y que asegurarían, además de conseguir que la piel luzca un aspecto saludable, una mayor efectividad de los “tratamientos” aplicados. Es lo que en Farmacia Olof Palme denominamos: El mejor ritual de belleza.
El cumplimiento de este ritual exige dedicarse tiempo a uno mismo y no saltarse los pasos o fases básicas de cuidados sobre los que se sustenta. Estos son:
- Limpieza
- Tratamiento
- Protección
Limpieza
Es una fase que requiere de tiempo y esfuerzo. Consta de tres etapas: desmaquillar, higienizar y equilibrar.
Desmaquillar: El ritual comienza en esta etapa de la limpieza. Debe realizarse diariamente, mañana y noche, con el fin de eliminar para la suciedad acumulada (restos de grasa y gran parte del maquillaje, células muertas, polución, …) y permitir así una correcta oxigenación de la piel del rostro.
Debe diferenciarse claramente dos zonas:
- Ojos y labios: hay que usar productos específicos para estas zonas dada su sensibilidad y reactividad.
- Resto del rostro: En función del tipo de piel, se emplearán diversos tipos de productos. En el caso de pieles secas, utilizaremos leches o cremas. Estos productos serán aplicados con movimientos circulares y posteriormente retirados con esponjas o algodones humedecidos. Si se tratara de una piel mixta o grasa debemos emplear geles espumosos, mousses o fórmulas “oil free”. Si fuera el caso de una piel sensible, lo más adecuado será emplear alguna de las aguas micelares existentes.
Higienizar: A base de productos jabonosos eliminaremos los posibles restos de maquillaje y las bacterias que hayan quedado adheridas a la piel. También este paso debe realizarse todos los días, mañana y noche, empleando abundante agua para la retirada de los productos aplicados.
Equilibrar: Es el paso final de la limpieza y también debe realizarse todos los días, mañana y noche. Equilibrando la piel, restableceremos su pH y la prepararemos para aplicar los tratamientos faciales posteriores. Esta etapa se consigue mediante la aplicación de tónicos. Emplearemos un tónico que se adapte lo mejor posible a nuestro tipo de piel.
Anteriormente hemos dicho que la fase de Limpieza requiere de tiempo y esfuerzo, pero para aquellos casos en los que se necesite una limpieza exprés, podemos usar las presentaciones 3 en 1, que, sin ofrecer los mismos resultados, permiten una limpieza aceptable.
Tratamiento
La fase de tratamiento es la segunda dentro del ritual de belleza. La estrategia de esta fase va ligada a la biología de la piel. Durante el día buscaremos mejorar la hidratación de la misma mientras que durante la noche intentaremos favorecer la regeneración celular. Por lo tanto, por la mañana aplicaremos las cremas y “serum” que permitan una correcta hidratación de la piel y por la noche aquellas cremas y “serum” que nutran y aporten activos antienvejecimiento. Es también durante la fase nocturna cuándo se aplicarán el resto de activos del tipo AHA, … Recordar finalmente que en el caso de combinar las cremas y los “serum”, éstos últimos se aplicarán en primer lugar y tras su completa absorción se aplicarán las cremas.
Protección
En Farmacia Olof Palme hemos hecho nuestra la expresión “El mejor cosmético antienvejecimiento es un buen fotoprotector”. Y es que la mayoría de la población emplea un fotoprotector únicamente cuando va a exponerse directa y conscientemente al Sol. Sin embargo, los efectos fotoenvejecedores de las radiaciones solares no distinguen entre personas que van a la playa o piscina o las que pasean por la calle. En esta fase debemos emplear un fotoprotector que se adapte a nuestro fototipo, así como a nuestras circunstancias diarias, pudiendo aplicar los filtros solares mediante cremas, geles y/o lociones como formas líquidas o semilíquidas mientras que podemos decantarnos por los maquillajes para las formas a base de polvos compactos. Esta fase ha de llevarse a cabo al menos media hora antes de salir de casa para garantizar una completa absorción de los filtros y tras comprobar que los productos hidratantes aplicados con anterioridad están, a su vez, totalmente absorbidos.
Estas tres etapas del ritual diario de belleza se completan con otras dos acciones: exfoliación y purificación. Estas dos acciones no son de aplicación diaria, recomendándose llevarlas a cabo con una frecuencia semanal o como mucho quincenal. Estas acciones deben ponerse en práctica en ambientes relajados y en ausencia de prisas o ansiedad que aumenten la secreción de cortisol (la llamada hormona del estrés).
La exfoliación se llevará a cabo mediante la aplicación de lociones o cremas exfoliantes que, mediante su acción, permitirán remover las células muertas de la superficie cutánea, revitalizando de manera instantánea el aspecto de nuestro rostro.
La purificación se obtendrá empleando mascarillas ideadas al efecto y permitirá obtener múltiples efectos en virtud de las propiedades que le confieran los activos incluidos en la formulación de éstas.
En Farmacia Olof Palme estaremos encantados de recibirte y asesorarte en esta rutina tan importante, indicándote los productos que necesitas, en caso de ser necesario, gracias al amplio surtido de cosméticos del que disponemos. Te esperamos.
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