Los probióticos, ¿una ayuda para prevenir el cáncer de mama?
Cada día que pasa se encuentran más evidencias en las que los probióticos, o sea, los complementos que contienen microorganismos vivos de determinadas especies bacterianas que presentan, entre otras, actividad intestinal, pueden ser útiles a la hora de prevenir, combatir o tratar distintas enfermedades.
En la noticia, que desde Farmacia Olof Palme os hacemos llegar hoy, se habla de un posible papel eficaz en la prevención del cáncer de mama.
La revista «Applied and Environmental Microbiology» publica, a partir de una investigación realizada, que el género de bacterias «Lactobacillus» principales componentes de los complementos probióticos, se encuentran en mayor abundancia en los tejidos mamarios sanos que en los tumorales. A raíz de este descubrimiento, desde el grupo investigador se sugiere que la ingesta de este tipo de bacterias podría ayudar a prevenir el desarrollo de cáncer de mama.
Para detallar los argumentos sobre los que los investigadores sustentan sus conclusiones, inicialmente, resulta bastante importante abordar cómo suele ser la composición de la flora bacteriana de la mama, para poder entender el significado de la investigación realizada.
Al parecer, las mujeres que padecen cáncer de mama suelen tener niveles elevados de dos especies bacterianas; concretamente «Escherichia coli» y «Staphylococcus epidermidis». Estas dos especies son bastante conocidas por los investigadores de laboratorio pues provocan rupturas en la estructura del ADN en células cultivadas en placas de laboratorio. Estas roturas son el tipo de lesión más grave que puede recibir el ADN, pues los mecanismos de reparación de estas rupturas resultan ser completamente eficientes. Teniendo en cuenta que los errores en la reparación del material genético de las células, o sea el ADN, suele dar lugar ocasionalmente a mutaciones potencialmente tumorales, podemos estar ante bacterias que pueden contribuir al desarrollo de un cáncer.
Por el contrario, en las mujeres con mamas sanas, prevalecen las bacterias de los géneros «Lactobacillus» y «Streptococcus». Estos géneros son considerados saludables para los tejidos donde están presentes. Por si esto fuera poco, ambos géneros bacterianos tienen propiedades anticarcinógenas pues dentro de las diferentes especies que componen dichos géneros encontramos bacterias que, como «Streptococcus thermophilus» produce sustancias antioxidantes que ayudan a neutralizar sustancias que oxidan el material genético, provocando daños en el ADN y, por tanto, la potencial aparición de un cáncer.
Desde hace varias décadas, se asocia la lactancia materna con un menor riesgo de cáncer de mama. Según indica Camilla Urbaniak, directora de la investigación, la leche materna contiene bacterias beneficiosas, por lo que decidieron investigar sobre si podía jugar un papel en la reducción del riesgo de cáncer. Igualmente plantearon la cuestión de si existen otros tipos de bacterias que podrían tener influencia en la formación de tumores en las glándulas mamarias de mujeres que no hubieran sido alimentadas con leche materna. Lógicamente, para ello, primero debían concluir qué bacterias se encuentran presentes en el tejido mamario.
Inicialmente crearon dos grupos de individuos sobre el que tomar muestras. Así, en un primer grupo ubicaron a 58 mujeres, de las que 13 habían tenido un tumor benigno y 48 un tumor maligno, y que habían sido sometidas previamente a tumerectomía (la extirpación de un tumor, ya sea benigno o maligno) o mastectomía (la extirpación, parcial o total, de la mama). En un segundo grupo integraron a 23 mujeres sanas que se habían sometido a algún tipo de cirugía estética de las mamas.
Tras analizar las muestras de tejido obtenidas, las pruebas de laboratorio confirmaron que en los tejidos mamarios sanos existía una mayor cantidad de bacterias de los géneros «Lactobacillus» y «Streptococcus», mientras que en los tejidos tumorales encontraron una mayor abundancia de «Escherichia coli» y «Staphylococcus epidermidis».
Tras esta investigación parece ser que la presencia de «Lactobacillus» y «Streptococcus», bacterias que se pueden transmitir a través de la leche materna, pueden ejercer un efecto protector frente al cáncer de mama. Sin embargo, la lactancia materna no es la única manera de mejorar las microbiotas de las mamas, ya que investigadores españoles recientemente han demostrado que las bacterias del género «Lactobacillus», obtenido a través de la ingesta de complementos probióticos, puede alcanzar la glándula mamaria.
Obviamente, a la vista de lo que hemos comentado en esta noticia, es de obligado cumplimiento realizarse la siguiente pregunta: ¿Deben las mujeres, sobre todo las que presentan mayor riesgo de cáncer de mama, tomar probióticos para aumentar la población de «Lactobacillus» en sus mamas?
Desde Farmacia Olof Palme pensamos que hace falta realizar más estudios para responder a esta cuestión. Sin embargo, independientemente de que los probióticos pudieran combatir directamente el cáncer, el hecho de que los probióticos posibiliten aumentar la presencia de bacterias beneficiosas a expensas de las dañinas, ya de por sí es suficiente argumento para ingerir con cierta frecuencia este tipo de complemento, pues, además, son innumerables el resto de efectos beneficiosos (diarreas, estreñimiento, úlceras, problemas urinarios, gingivitis, …) proporcionados tras su ingesta. Igualmente, los resultados de esta investigación puede sugerir que, la administración de antibióticos dirigidos específicamente a las bacterias dañinas presentes en las mamas, puede ser otra alternativa para mejorar el abordaje del cáncer de mama.
En Farmacia Olof Palme, como defensores de un modelo basado en el cuidado del bienestar, recomendamos activamente el uso de este tipo de complementos en determinadas situaciones que se nos presentan a diario. Si crees que puedes beneficiarte del uso de probióticos para algún problema de salud que tengas o tratamiento que te hayan pautado, no dudes en acudir a nosotros que estaremos encantados de poder orientarte.
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